Monday, April 30, 2007



Culturas de Mercado, Rutinas de Vida
Publican libro sobre la Feria Pinto de Temuco
Temuco/05/2007



“Lucia Lincopan trabaja desde los treces años y hace seis llegó a la Feria Pinto. Ahí se instala en un lugar de la vía pública, en calle Balmaceda, dedicándose a la venta de cilantro, perejil, acelgas y otras verduras”, las vivencias de doña Lucia y la de otros feriantes de Temuco son contadas en el libro “Culturas de Mercado, Rutinas de Vida” de los académicos de la Facultad de Educación y Humanidades, Guillermo Davinson y Lucy Ketterer.Esta publicación recoge en sus páginas –de forma amena- relatos de vida y cotidianidades de mujeres y hombres que se desempeñan en la tradicional Feria Pinto de Temuco, eje fundamental de rescate cultural de la identidad de la capital regional.

Según explican los académicos, este libro nace del trabajo de campo que realizan estudiantes de Servicio Social de la Universidad de La Frontera. “Encontramos relatos de la vida cotidiana de hombres y mujeres que hacen su comercio y vida en la Feria; nos van contando como son sus vidas, sus sueños, expectativas, como desarrollan su trabajo diario”, comentan los autores.

A través de este libro sus autores pretenden aportar a la construcción de identidad de Temuco; “pensamos que la Feria Pinto es un espacio privilegiado que a veces no lo vemos porque lo tomamos como un mercado, pero allí confluye toda la sociedad temuquense; vamos allá, es parte de nuestra vida”, destacaron los académicos del Departamento de Trabajo Social, Davinson y Ketterer.

“Relevar esos espacios es otorgarle identidad a una ciudad en un momento particular del desarrollo humano, donde la globalización y los procesos de profundización del neoliberalismo impiden –a veces- ver estas situaciones diarias”, expresaron.

Para el dirigente sindical de la Feria Pinto, Santiago Melimán, el libro muestra la preocupación de la Universidad y es un rescate de la cultura de este eje comercial de Temuco. “Para nosotros es un reconocimiento a la labor que se realiza día a día”.

Merkén, kako (mote), kollof (cochayuyo), poñü (papas) y otras hortalizas como cilantro y acelgas son los productos de la mapu (tierra) que movilizan estas historias de vida que describen la vida en la comunidad que hace posible el cultivo, recolección y venta de productos, a través de recursivas y madrugadoras jornadas que llevan a hombres y mujeres mapuche a la ciudad a “canastear” o “callejear” sus productos a los transeúntes y “caseritos” que deambulan por dicha feria en la ciudad, clientes compuestos por chilenos y mapuche residente en la ciudad de Temuco.

Esta publicación, de valor descriptivo y etnográfico evidentes, ayuda a saldar una deuda para con los esfuerzos de familias mapuche por subsistir en un contexto de asimetría política y económica que sitúan su pequeño negocio precisamente en los márgenes de la ciudad, escondido de la modernidad y de los edificios; en definitiva, el lugar que la sociedad chilena ha dado al Pueblo Mapuche.
Los académicos manifestaron su satisfacción de ver concretada esta iniciativa que les permite cooperar con la formación de los estudiantes que van a terreno y se relacionan con los diversos protagonistas de la sociedad local.